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Entrevista Manuel Rodríguez-Piñero Royo: “Si la Admón. de Justicia no funciona, no funciona un país"

Actualizado: 28 ago 2020

Abogado por cuenta propia y ajena se encuentran en esta videoconferencia gracias a este abogado mercantilista. Descubre todos los secretos de la profesión.


Manuel Rodríguez-Piñero durante la videoconferencia.
Imagen tomada durante el directo de Youtube, donde aparecen M. Rodríguez-Piñero (centro) Lucía Arroyo y Rafa Macías (esquina inferior derecha).

LUCÍA ARROYO MARTÍNEZ

MADRID, ESPAÑA - 19 DE MAYO DE 2020, 14:00h.

 

El pasado viernes 15 de mayo, en Business and Investment Club URJC, a través de un directo de Youtube, tuvimos el placer de charlar con Manuel Rodríguez-Piñero Royo, abogado ahora autónomo, que trabajó también por cuenta ajena, y que nos expuso estas dos formas de trabajo de la manera más práctica posible.


Tras contarnos cómo fueron sus años universitarios en la US (Universidad de Sevilla), y sus experiencias en el extranjero donde pudo aprender idiomas, Manuel nos cuenta la importancia que tuvo para su formación trabajar en un despacho: la implicación de otros abogados senior, como la afluencia de casos de la que gozan los bufetes grandes de abogados, fueron fundamentales para llegar a ser el abogado especializado en Derecho Mercantil que es hoy día.


Respecto a la especialización (cuestión que trae importantes comederos de cabeza a los estudiantes), Rodríguez-Piñero nos comenta que no depende tanto de si se trabaja en un despacho o por cuenta propia, sino del ámbito en el que se va a ejercer la profesión. Para trabajar en un despacho, ya sea mediano o grande, generalmente se tiende a la especialización, donde se comparte espacio de trabajo con otros compañeros expertos en otras materias; pero incluso siendo abogado independiente se puede estar especializado en una rama si se trabaja en una ciudad como Madrid, donde la oferta de abogados es muy amplia. Por otro lado están los abogados que desarrollan su labor en pequeños municipios o zonas rurales donde cada día tienen que tratar diversos asuntos como “arrendamientos rústicos, divorcios, recurso de multas” caso en el que es conveniente saber un poco de todo. Sin embargo, la tendencia en estos tiempos es la “superespecialización” y a la “colectivización” de la profesión, según apunta nuestro ponente.


Mientras que, en el trabajo en grandes despachos, auditorias y consultorías, como hemos dicho, el aprendizaje es inmenso y las puertas que se nos abren son muchas; la exigencia y el nivel de estrés también es muy elevada. Nos comenta el abogado, que los puestos de trabajo en las grandes marcas (cualquiera de las que se nos pueden venir a la cabeza ahora mismo) son “numerus clausus” y que evidentemente no todo abogado está hecho para trabajar ahí. De hecho, cuando Manuel se marchó del despacho en el que estaba para comenzar a ejercer por su cuenta, nos dice que posiblemente “perdió algo de capacidad económica” pero “lo ganó en calidad de vida”.


Tampoco considera que sea mejor para realizar las prácticas un despacho grande frente a uno pequeño, o viceversa, porque depende mucho de quién sea aquel que te va a enseñar allí. Si bien es cierto que en despacho pequeño se tienen más posibilidades de un trato personalizado (porque el número de empleados es menor), en otros despachos grandes (mientras no te pongan a hacer fotocopias) puedes aprender otro ritmo de trabajo distinto.

Por otra parte, son muchos de los consejos que nos ha dado Manuel durante esta hora de conferencia, pero destacamos: no olvidar la importancia de saber comunicar, ya que “nuestro instrumento es la palabra” ya sea verbal o escrita: “un contrato bien redactado no es sólo más bonito, sino más fácil de aplicar”; por tanto, importante además saber idiomas. También tener presente ciertos valores como la empatía, ya que en el ejercicio de la abogacía cobra mucha importancia “el trato humano y la confianza abogado-cliente”. Otras cosas que tampoco se enseñan en la carrera están la capacidad de organización y el orden de la gran cantidad de archivo que se genera trabajando.


Para terminar la videoconferencia, se habló de la situación del sector debido al Covid-19. No es nuevo el hecho de que la Justicia trae un colapso anterior a esta situación de pandemia, y que sin duda ahora se agravará. Rodríguez-Piñero, no contempla ni la medida de convertir agosto en mes hábil (pues en algún momento han de cogerse las vacaciones tanto Jueces como abogados, lo que afectaría a otros meses del año), ni la medida de hacer vistas por la mañana y por la tarde, porque no solo los jueces tienen que elaborar las sentencias en horario de tarde, sino que los abogados, de igual forma, tienen que preparase los litigios. La opción que parece ser más adecuada es la inversión en sistemas informáticos para desarrollar los juicios telemáticamente y poder reanudar la actividad cuanto antes.


Por último, agradecer a Manuel las experiencias y el tiempo que ha compartido con nosotros, como a todo aquel que hizo posible esta entrevista, y como no, a quienes la vieron en pleno directo. Esperamos poder seguir realizando este tipo de eventos y que sigamos aprendiendo de profesionales como este.

 

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